Vamos a ver:
Durante mi adolescencia y primeras mocedades,me relacioné con un montón de gente gay. Supongo que los conocí o bien en el contexto de Chueca en plena fiesta, o bien en otros contextos menos lúdicos, como asociaciones.
A lo que voy es que he conocido cientos de personas gays, aunque esta reflexión va dirigida más que nada a ellos que a ellas.
Resulta que poco a poco, la vida se me vuelve del revés y mi perspectiva, por un montón de motivos, se trastoca. Quiero decir mi lugar en el mundo, no mi persona , y sobre todo la percepción que los demás tienen de mí, puesto que yo sigo siendo básicamente el mismo.
Y entonces es cuando me hallo perplejo en un entorno laboral en el cual, de todos mis compañeros, hay una porcentaje considerable de gays.Pero la perpelejidad no viene de este hecho en sí, a todas luces, para mí, insusbstancial: viene de la manera de encarar su condición que estos muchachos tienen dentro del trabajo.
¿Están dentro del armario...?¿Es esto lo que llaman "estar dentro del armario..."?
Desde la total y plena aceptación y mensaje del hecho sin tapujos hasta el ocultamiento más hermético en el fondo del closet, me encuentro las más diversas actitudes. Los que teniendo un grupo de amigos amplio y aparentemente tolerante y aún siendo pillados in fraganti por los garitos de Chueca, se empeñan en que dichos amigos sigan pensando que son heteros ;los que siendo auténticos personajes sacados de una película antigua de Almodóvar, insisten en que tampoco; los que están metidos tan dentro de sí mismos que no quieren aún confesárselo ni a sus propias conciencias...y no descarto los que están en fase de homofobia por negación...
No es que yo quiera ir de listo ahora, ni pretendo saber el sentir de una persona con dos horas que hable con él o ella.Pero el caso es que hay casos de flagrante retirada y atrincheramiento en el armario más profundo, y no deja de sorprenderme, que a estas alturas de la vida, y en un puesto de trabajo donde abundan los homosexuales varones y además, notorios, estas personas, con su edad (20-30 años), tengan estas actitudes públicas.Que cada uno haga lo que mejor le parezca y convenga, sin embargo, no puedo evitar sorprenderme ...y me encantaría, desde luego, poder comprenderlo mejor...
En fin...saludos desde el arco iris.
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