silenciosos lectores aquí y allá, separados unos de otros, inmersos cada cual en su mundo, se repartían por el paseo ajardinado como estatuas vivientes, como gigantes mitológicos devoradores de fábulas.
lunes, 18 de mayo de 2009
Cheever
¡Era la persona más maravillosa que jamás he conocido!Le amaba profundamente...de una manera que vosotros jamás comprenderíais.
No hay comentarios:
Publicar un comentario