silenciosos lectores aquí y allá, separados unos de otros, inmersos cada cual en su mundo, se repartían por el paseo ajardinado como estatuas vivientes, como gigantes mitológicos devoradores de fábulas.
lunes, 30 de noviembre de 2009
Arlt, de nuevo, Arlt
Un hombre sincero es tan fuerte, que sólo él puede reírse y apiadarse de todo.
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