martes, 15 de junio de 2010

aclaraciones (por si las flies)

La historia o la reflexión surgen de cualquier parte, como una hierba que lucha por salir de entre el pavimento de una calle en el medio de la ciudad. El momento en el que la semilla cae en la mente, y germina hasta florecer en forma de letras, es insospechado.El parecido con la realidad suele ser más bien poco, a no ser que se trate de un texto que se refiera a otro texto, caso en el que sí, hay que mantener los pies en el suelo y buscar las coordenadas correctas y fieles a la verdad y a la historia.
Las historias suelen ser completamente falsas, o en todo caso, poco reales. Es como si veo a una persona por la calle y esa persona me inspira una historia.No sé su nombre, ni ningún dato, y poco importa saberlo. El hecho de que las historias sean caminos hacia una idea, no hacia una narración, tampoco altera mucho el mecanismo.Son historias anónimas y con personajes anónimos, sin nombre y sin cara.Ni siquiera yo recuerdo sus caras.

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