silenciosos lectores aquí y allá, separados unos de otros, inmersos cada cual en su mundo, se repartían por el paseo ajardinado como estatuas vivientes, como gigantes mitológicos devoradores de fábulas.
lunes, 23 de marzo de 2009
Variaciones sobre la paradoja del mentiroso
La persona más detestable del mundo es la que siempre dice la verdad.
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