miércoles, 25 de febrero de 2009

¿Quién lo ha dicho?

¿Quién lo ha dicho???

¿Quién dijo que no sabía conducir?

Se apuntó a clases para sacar el carnet. Eran algo caras, así que tuvo que hacer algunas horas extras en el trabajo.

No se le daba bien, así que tardó casi año y medio en sacárselo, varias veces el teórico y muchas más el práctico.

Durante algunos meses hizo sacrificios económicos hasta que pudo comprarse un coche de segunda mano.

Pero el día en que hubo firmado todos los papeles de la compra, le había dado tiempo a planearlo todo correctamente. Había estudiado itinerarios, comprobado rutas, experimentado medicamentos, aprendido a falsificar recetas médicas. Fue todo un trabajo de investigación. Vigiló durante noches y más noches varios lugares escogidos al efecto de sus propósitos.Al fin, estudió todas las notas de campo que había tomado y se decantó por un lugar, una fecha y una hora.


Y ese día, resueltamente, se montó en su coche, y condujo. Se paró en una gasolinera y llenó el depósito. Luego, cada vez más seguro, siguió conduciendo hasta su destino.


Cuando llegó al lugar elegido, bajó, con metódica y tranquila actitud, y colocó el tubo que conectaba el tubo de escape con la ventanilla trasera, dando varias vueltas de cinta elástica alrededor de ambos para evitar fugas de gas.

Dando un breve suspiro, se montó en el coche, se tomó los antiheméticos, con un trago de agua de una botella de plástico vieja...encendió el contacto...rápidamente, se tomó la mezcla de barbitúricos, morfina y benzodiacepinas.

Había practicado mucho para que no se calase el motor.

viernes, 20 de febrero de 2009

Edipo y compañía

A través del ensayo del folklorista Vladimir Propp Edipo a la luz del folclore se pueden obtener pistas antropológicas del origen del mito, más allá, y desde otra perspectiva distinta de la psicoanalítica.

Edipo es un personaje paradigmático del fenómeno mítico del nacimiento singular.

El psicoanálisis ha tratado de explicar ciertos fenómenos psíquicos a través del llamado complejo de Edipo.

Los mitos clásicos son una fuente de hermeneusis continua que admiten reinterpretaciones multidisciplinares y que no suelen agotar su sentido pese a ser estudiados una y otra vez.

La tragedia de Edipo puede reinterpretarse de esta manera:

Las circunstancias del nacimiento de Edipo son excepcionales, culposas, paradigmáticas, humanas. Edipo está en cada uno de nosotros. Porque el pecado de Edipo en suma, consiste en haberse atrevido a desentrañar las circunstancias de su nacimiento y su existencia. El pecado de Edipo consiste en haber ido tan lejos como para desentrañar una parcela de su identidad que pone al descubierto quién es.

Quizá no sea un mito tan adaptable y amable, tan poético, como el de Odiseo/Ulises,pero en cierto modo, Edipo es probablemente la más dolorosa de las circunstancias en las que se asienta la identidad de cada uno de nosotros, la que causa tanto dolor que nos hace arrancarnos los ojos. Edipo es pues, el que sabe. Y el que halla la redención después del terrible descubrimiento, no sin antes marchar al destierro al que este le ha arrojado.

Incluso se puede conectar la idea de la ceguera ligada al conocimiento con la posterior narración platónica de la alegoría de la caverna. Para el socratismo, la salvación está en el conocimiento, lo que denotaría un avance en otra dirección, ligada al misticismo soteriológico de las religiones mistéricas. Platón es indudablemente mucho más optimista en este sentido, al menos en sus diálogos de juventud e inmediatamente posteriores (ya no tanto en los de madurez, también a causa del fuerte componente político que persigue toda su obra.)

El mito de Edipo no sólo tiene una aplicación psicoanálitica clásica (la formación del la tríada ego/yo /superyo).También tiene una interesante revisión política (althusseriana), y una visión antropológica (Propp). Y también una vertiente filosófica fuerte que es la que acabamos de plantear:nos. Comprendemos a Edipo cuando comprendemos partes fundamentales acerca de quiénes somos en el mundo y por qué estamos en él.

martes, 17 de febrero de 2009

El guardián de los suicidas


Desde el Puente de Nankín, en el río Yangtsé, han saltado más de dos mil chinos en los últimos cuarenta años. Aquí, el sistema para impedir los suicidios es algo más primitivo pero sin duda más humano. Un humilde tendero llamado Chen Si se hizo famoso en 2004 por patrullar el puente de arriba abajo para convencer a los posibles suicidas de que no merecía la pena tirarse.
“Los suicidas son fáciles de reconocer,” —aseguraba Chen— “caminan como si no tuvieran alma”.

miércoles, 11 de febrero de 2009

Tango-Cambalache


CAMBALACHE
1935

Letra y Música: Enrique Santos Discépolo.

Que el mundo fue y será una porquería,
ya lo sé;
en el quinientos seis
y en el dos mil también;
que siempre ha habido chorros,
maquiavelos y estafaos,
contentos y amargaos,
valores y dublés,
pero que el siglo veinte es un despliegue
de maldá insolente
ya no hay quién lo niegue;
vivimos revolcaos en un merengue
y en un mismo lodo todos manoseaos.

Hoy resulta que es lo mismo
ser derecho que traidor,
ignorante, sabio, chorro,
generoso, estafador.
Todo es igual; nada es mejor;
lo mismo un burro que un gran profesor.
No hay aplazaos ni escalafón;
los inmorales nos han igualao.
Si uno vive en la impostura
y otro roba en su ambición,
da lo mismo que sea cura,
colchonero, rey de bastos,
caradura o polizón.

Qué falta de respeto,
qué atropello a la razón;
cualquiera es un señor,
cualquiera es un ladrón.
Mezclaos con Stravinsky,
van Don Bosco y la Mignon,
don Chicho y Napoleón,
Carnera y San Martín.
Igual que en la vidriera irrespetuosa
de los cambalaches
se ha mezclao la vida,
y herida por un sable sin remaches
ves llorar la Biblia contra un calefón.

Siglo veinte, cambalache
problemático y febril;
el que no llora, no mama,
y el que no afana es un gil.
Dale no más, dale que va,
que allá en el horno nos vamo a encontrar.
No pienses más, echate a un lao,
que a nadie importa si naciste honrao.
Que es lo mismo el que labura
noche y día como un buey
que el que vive de los otros,
que el que mata o el que cura
o está fuera de la ley.

miércoles, 4 de febrero de 2009

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Dios creó al Hombre con la Palabra...el Hombre creó a Dios con la escritura.

(R. Sánchez Ferlosio)